Con la llegada del otoño a finales del mes de septiembre se producen muchos cambios en nuestro día a día. Al cambio de estación, se unen muchas cuestiones que tienen una influencia directa en nuestros quehaceres diarios: temperaturas más frescas, días más cortos… lo que implica el archiconocido como “cambio de armario” y también cambios importantes en nuestra alimentación. La llegada del fresco hace que nos apetezcan platos calientes, como guisos y estofados, y abandonemos los platos típicos del estío, como el gazpacho o la ensaladilla rusa.
En este post vamos a contarte 4 platos típicos del otoño fáciles de cocinar, ricos y con fundamento (que diría aquel) para completar tu menú del otoño.
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Castañas al horno / a la sartén
Uno de los frutos más típicos de esta estación son las castañas, época en la que se caen de los árboles. Pese a que existen infinidad de recetas en las que tienen presencia, la más típica es la de comerlas al horno o a la sartén (las que solemos comer en forma de cucurucho por la calle, vamos). Su preparación es tan sencilla como hacer un corte en las castañas y colocarlas en una sartén o en un horno (previamente recalentados). Algunas personas les echan una pizca de sal tras su preparación, aunque este punto es puramente opcional.
Para que estén hechas, si las hacemos con el horno, deberemos cocinarlas a 180º durante 30 minutos, aunque todo dependerá de las prestaciones de tu electrodoméstico. Lo mismo ocurre con el caso de la sartén.
Crema de calabaza
Otro de los alimentos típicos de esta estación, es la calabaza. Aunque puede degustarse como guarnición, plato principal o aderezo, la forma más típica de comer este manjar es en formato de crema o puré. Pese a que este tipo de platos ofrecen soluciones muy versátiles y diferentes tipos de preparación, una de las más típicas es la siguiente:
- 600 gramos de calabaza limpia
- 100 gramos de zanahorias
- 1 patata, 1 puerro
- 1 cucharada de aceite
- Sal al gusto
- Caldo de verduras/caldo de pollo (opcional)
Lo primero que tendremos que hacer es rehogar las verduras en el aceite. Para ello las cortaremos en pequeños pedazos, para facilitar su cocción. Cuando estén regohadas, será el momento de echar el caldo o el agua, para que se cuezan. En el momento en el que estén completamente cocidas, trituraremos con una batidora, dejando el gusto de espesor que se precise (pudiendo rectificar con lo que nos haya sobrado de caldo). Finalmente, llegará el momento de probar la crema y echarle sal, si procediera, al gusto.
Puré de puerros
Plato de similares características y preparación al anterior, que también ‘entra’ muy bien, sobre todo, cuando ya se ha producido una bajada importante de las temperaturas. Los ingredientes que necesitaremos son los siguientes:
- 2 puerros grandes
- 2 patatas
- 1 cucharada sopera de aeite
- 500 ml de caldo vegetal o caldo de pollo
- Aderezo, opcional: 50 g de tacos de jamón.
Como decimos, el ‘modus operandi’ para la preparación de este plato es muy parecido: lo primero que tendremos que hacer es echar el aceite en una olla y dejar que caliente. Una vez calentada, picaremos el puerro (solo la parte blanca) y la patata en pequeños trozos, para que se hagan un poco. Cuando estén mínimamente rehogados, echaremos el caldo y dejaremos que cuezan.
Una vez esté todo cocido, llegará el momento de triturarlo todo con nuestra batidora, para probar las cantidades de sal y rectificar, si fuese necesiario.
Finalmente, ya solo restaría emplatar y colocar el jamón, si lo queremos introducir en el plato como aderezo.
Setas al ajillo
Otro manjar típico del otoño son las setas, uno de los tubérculos más conocidos. Pueden prepararse de muchas maneras, aunque una de las más sencillas y cómodas es hacerlas al ajillo. Para prepararlas, necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 500 gramos de setas
- 3 dientes de ajo y cebolla
- Perejil
- Una punta de guindilla
- Un vaso de vino blanco
- AOVE
Lo primero que tenemos que hacer es preparar el sofrito. Para ello, picaremos el ajo y la cebolla, y lo dejaremos haciéndose en la sartén hasta que el ajo esté dorado y la cebolla transparente. En este punto, será el momento de añadir las setas, previamente lavadas y troceadas, para, posteriormente, agregar el vino.
Una vez el alcohol del vino se haya evaporado, lo más normal es que las setas ya estén practicamente hechas. Será el momento de añadir el perejil, esperar unos segundos más, y emplatar.
¡Estos son nuestros cuatro platos fáciles del otoño! ¿Cuál es tu preferido? ¿Crees que nos hemos dejado algún ‘must’ en el tintero?